AMAPOLA NOCTURNA

¡Amapola nocturna!
Tú que sabes de rapsodias
y sonidos estelares...

Tú que eres libre de trepar
en el pentagrama de los grillos
y cantar bemoles
en la gravidez
de la luna.

Déjame ser por un momento
fugaz y eterno
en la alquimia
de su boca;
ralenta la noche mientras mi alma
se ata a la sutil fragancia,
mientras mi boca se corona
de alheñas y jacintos.



Omar Céspedes.C

MURMULLOS...

Se erige el crepúsculo

que desviste el murmullo

de las pupilas.

Ninguna sombra

vino después de tu ausencia,

sólo la noche licuada

en el rocío del mirlo

rozó mis mejillas.



Omar.Céspedes.C

Y EL SILENCIO SE HIZO VERSO

Llegué callado
a la sombra de tus ojos,
y el silencio se hizo verso
entre las manos
que rozaban el ayer.

El estío voló en dos alas
al trasluz del horizonte.

Los pájaros fueron esquirlas
y tu voz la naftalina
de tantas noches clandestinas.

Dime cuándo me hablarás
de las tardes escarlatas
frente al mar;
hueles a espiga,
el azogue de tantas gaviotas
me conmueve las entrañas.

Te busco en los silencios inútiles
que aletargan tu mirada,
a veces creo hallarte vagando
en algún rincón
de mis sueños.
A veces invento atardeceres
para no olvidar
tu sonrisa.


OMAR CÉSPEDES.C
(Escrito en Enero de 1992)

ABUELA

Un gélido silencio

sobre tu frente marchita.

La sombra en declive

borra tu sonrisa

esparce silencios

apaga la luz del día.



Sólo se escucha

un rumor

el viento

el adiós...



Entre el ocaso

y la sombra

huye la belleza

de la vida;

ya no brillan tus ojos

sólo queda tu semilla.




OMAR CÉSPEDES.C