Rasgar la inmensidad,el velo del tiempo,
ser ojo mirando desde las rocas
como se desvanece la sombra
tras la multitud de las gaviotas.
Besar la tarde que arde en tus cabellos
cerrar mis ojos y sentir la yema de tus dedos
robándome el sentimiento y las palabras.
La tarde anida el aroma de tu boca...
es el estío, la pluma de fuego
que resume en poesía
la ebriedad de tus caricias.
El ocaso es un muro de fuego
que nos guarece del adiós
que nos acedia.
Hoy sé que vives en mis entrañas
y cabes en mis brazos
como la luz de los puertos
que por tus ojos se derrama.
Omar céspedes.c
Omar céspedes.c
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